Se descubre un agujero de gusano que conecta Mérida con Boston

Joaquín Benítez, un pastor extremeño, iba caminando por los alrededores de Mérida buscando una oveja descarriada cuando, entre unos matorrales, encontró una pequeña cueva. Armado con una linterna, se aventuró a entrar y cual fue su sorpresa al aparecer, ipso-facto, en un parque a las afueras de Boston. Tras darse un paseo por la zona y descubrir dónde se hallaba, Joaquín regresó a Mérida por el mismo camino y comentó a las autoridades locales el increíble hallazgo.

En pocos días, cientos de destacados científicos se desplazaron al lugar para investigar sobre el asunto en ambas entradas al agujero. Se llegó a la conclusión de que era un puente de Einstein-Rosen (o agujero de gusano) intra-universo. Se pensaba que, pese a que la existencia de éstos estaba demostrada, su capacidad para realizar viajes en el espacio-tiempo era nula.

Tras varios meses de intensas investigaciones, con colaboraciones de científicos de renombre como Stephen Hawking, se ha dado el visto bueno a su apertura para el uso comercial como puente ultrarrápido de conexión Europa-América. Iberia y American Airlines ganaron el concurso por su gestión, y estimaron que el precio de atravesar el agujero será establecido en 1500 euros. Su nombre será Joatúnel (Joatunnel en inglés) en honor al pastor que lo descubrió. Su apertura está prevista para el próximo mes de Septiembre.